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MEDIOS DE COMUNICACIÓN: TRANSMISORES DE ESTRÉS POR INSEGURIDAD Y VIOLENCIA
La trasmisión de noticias sobre inseguridad y violencia genera angustia y estrés en la población.
Cuando la cobertura de los medios de comunicación no aborda los eventos delictivos de forma veraz y oportuna, ni los dimensiona en función de sus causas estructurales o posibles soluciones, la sociedad, psicológicamente, se ve afectada.
Esta es una de las reflexiones que Mauricio Meschoulam, del Centro de Investigación para la Paz México, AC. (CIPMEX), plantea dentro del Índice de Paz 2018, publicado por el Instituto para la Economía y la Paz.
COMUNICACIÓN CONTAMINADA
Bajo el título “Estrés Post-Traumático en México: más allá de las percepciones”, el experto plantea que el proceso de construcción social de las percepciones y emociones causadas por la violencia asociada al crimen, como el miedo, es el resultado de la combinación de los siguientes elementos:
1. Las experiencias y observaciones propias o las de allegados, que les hacen sentirse temerosos y estresados.
2. Las conversaciones que sostienen y los rumores que escuchan de manera cotidiana.
3. La forma como la violencia es cubierta en una parte sustancial de los medios de comunicación tradicionales.
4. Las imágenes, videos y textos compartidos en redes sociales.
5. La publicitación premeditada de la violencia, por parte de organizaciones criminales, con el objeto de provocar terror e intimidar.
Cada uno de estos puntos es coincidente en el peso de la comunicación de la violencia como factor que construye la realidad de inseguridad que aqueja a la población.
MEDIOS, AMARILLISTAS
Un estudio liderado por el doctor José Calderón, médico psiquiatra de la Universidad del Estado de Luisiana, para detectar síntomas sugerentes de estrés post traumático a causa de la violencia asociada al crimen organizado entre participantes de 25 estados, arrojó resultados exploratorios sobre los efectos psicosociales de la cobertura mediática de hechos delictivos.
Por ejemplo, uno de cada dos encuestados percibía que los medios de comunicación eran el principal canal de transmisión del estrés.
El estudio, en el que participaron también la psicóloga Liora Schneider y el propio Meschoulam, detectó una correlación estadísticamente muy significativa entre exposición a medios y síntomas de estrés y trauma como angustia, irritabilidad, pesadillas e insomnio.
Tales resultados fueron consistentes con una serie de investigaciones cualitativas, mediante entrevistas de profundidad, a cargo del CIPMEX, que arrojaron que nueve de cada diez entrevistados consideraron a los medios tradicionales como amarillistas y provocadores de estrés.
POR COBERTURAS RESPONSABLES
De acuerdo a Meschoulam, el miedo a la violencia impacta no solamente en nuestra percepción de inseguridad, sino en los niveles de estrés que padecemos, lo que tiene consecuencias que abarcan la salud, las actitudes, las opiniones y los comportamientos sociales, económicos y políticos.
Debido a que ello provoca graves complicaciones para el desarrollo democrático, plantea que la dimensión del miedo no debe ser minimizada ni evadida, en la construcción de condiciones de paz.
Por ello, propone, en el caso de la cobertura mediática de la violencia, que no se deje de informar veraz y oportunamente acerca de sus eventos, pero dar igual espacio a los factores subyacentes, las causas estructurales de esa violencia, y abrir puertas al debate sobre las potenciales soluciones y a la discusión sobre la necesidad de construir paz de raíz.
“Intentar equilibrar la vocación de informar que los medios tienen, con las afectaciones de sus audiencias y sus continuos llamados a pensar en coberturas diferentes, tiene sentido si se busca que estas audiencias dejen de huir de notas que, en su visión, les provocan estrés, desesperanza e impotencia”, anota.