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LA EROSIÓN Y LOS RIESGO PARA LA AGRICULTURA LOCAL
En el diagnóstico del proyecto “Fomento de las Capacidades para la Etapa II de Adaptación al Cambio Climático en Centroamérica, México y Cuba” (FCEACCCMC), se advierte que la agricultura de temporal aplica en 98 por ciento de la superficie tlaxcalteca dedicada a esta actividad, siendo el maíz el cultivo más importante –con una cosecha por año-, al cubrir poco más del 70 por ciento de la superficie sembrada.
No obstante, la erosión que presenta el territorio estatal, de las más severas en el país, es uno de los factores medioambientales que aumenta el riesgo de pérdidas en las cosechas de este grano, y lamentablemente, las técnicas de conservación de suelos que implementan los campesinos con base en sus propios conocimientos dependen de la mano de obra familiar o del trabajo colectivo, cuya fuerza tiende a debilitarse por el crecimiento de la migración.
De este modo, se identifica que la principal amenaza a la agricultura tlaxcalteca es la disminución de humedad en los suelos, que podría traducirse en sequía agrícola y la aparición de eventos meteorológicos externos que se manifestarían en tormentas intensas o granizadas.
Por otra parte, se ha comprobado que la agricultura ha ido ganando terreno a los bosques, sin que ello lleve a constituirse en un verdadero elemento de desarrollo para Tlaxcala.
“Las tendencias sugieren que la falta de apoyos a la agricultura, el uso inadecuado de tierras y agua, el envejecimiento de los trabajadores, la migración y el empobrecimiento en general del sector hará que éste se convierta básicamente en uno de autoconsumo. Incluso, las zonas productivas de riego se verán amenazadas con el abatimiento de los acuíferos, debido a su sobreexplotación y al crecimiento de la zona urbana, que demandará más agua”, refiere el estudio.
Por ello, científicos del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Autónoma de México (CCA-UNAM) recomiendan a las autoridades fomentar la capacidad para la adaptación mediante la constitución de un grupo interdisciplinario integrado por físicos, biólogos y agro biólogos, arquitectos, químicos, productores y tomadores de decisiones.
Todo ello, a fin de dar seguimiento y optimizar algunas estrategias de adaptación al cambio climático, como son la diversificación de cultivos -para reducir la vulnerabilidad a los eventos climáticos extremos-; la diversificación de la ocupación -que de seguridad económica a los campesinos-; y la obtención de ingresos provenientes de apoyos gubernamentales -para dar estabilidad a las actividades del campo-.
También propusieron otras medidas de adaptación, como la urgente recuperación de suelos, la colocación programada de invernaderos, el uso regular de los pronósticos climáticos y la utilización eficaz del riego por goteo.