“LA GEONIMIA TLAXCALTECA”: LA ESCUDERÍA JEROGLÍFICA DE 60 MUNICIPIOS

En el acceso principal del Palacio Legislativo de Tlaxcala se exhibe el mural “La Geonimia Tlaxcalteca”, formada en su totalidad por los escudos jeroglíficos que componen los municipios del estado.

En la sede del Congreso del Estado, depositario de la soberanía del pueblo tlaxcalteca, el maestro Cuahutlatohuac H. Xochitiotzin Ortega, hijo del último exponente del muralismo en México, Desiderio Hernández Xochitiotzin, plasmó el origen verdadero y la correcta etimología de los nombres que en la actualidad conservan la mayoría de las municipalidades tlaxcaltecas.

LEGADO HISTÓRICO

Con “La Geonimia Tlaxcalteca”, el Palacio Legislativo elevó su función, al fungir como un regulador de los escudos jeroglíficos integrados en una obra de carácter histórico-informativo que hoy permite a las administraciones municipales cotejar las características de estilo, color y confección de los elementos pictográficos contenidos en la pintura mural.

Al presentar la conformación original de los escudos municipales, se dio un paso importante en la eliminación de errores en la confección de las escuderías, tanto en la conformación geométrica que los compone, como en el orden de las proporciones internas y en las tonalidades reglamentarias.

ANTIGUOS ESCUDOS

El proyecto emprendido en 2008 preserva y difunde la escudería jeroglífica tlaxcalteca, respetando su simbología antigua y su colorido prehispánico.

Pero también ensalza el valor de la democracia tlaxcalteca, representada a través de la geonimia, que se entiende como el estudio de los nombres de los lugares geográficos.

En los muros del acceso principal del edificio público, donde convergen los representantes populares y sus respectivas ideologías y movimientos políticos, quedaron plasmados los 60 escudos jeroglíficos de las comunas, así como los de los principales señoríos prehispánicos (Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlan, Quiahuiztlan), el escudo de armas de Tlaxcala (heráldico español) y su escudo colonial.

Esta obra rescató un legado histórico valioso, ya que el estilo pictográfico de los escudos está respaldado por documentos antiguos ligados al linaje heredado de todos los señoríos que conformaban la Gran República de Tlaxcallan.

HEREDERO DEL ARTE MURAL

Desde muy temprana edad, Cuahutlatohuac H. Xochitiotzin absorbió los conocimientos del oficio del arte de sus raíces familiares.

Como artista plástico, su experiencia se ha manifestado en obras realizadas en la Ciudad de México, como “El perro Xoloitzcuintle en el México antiguo”, y la conclusión de los murales del Palacio Municipal de Huamantla.

También destaca la obra mural al fresco realizada en Tehuacan, Puebla, titulada: “Historia del agua de Tehuacán”, y el mural “La cultura y la historia”, realizado al fresco tradicional en el interior de una cúpula, en un inmueble particular en Totimehuacan.

Su obra plástica, que incluye pinturas de caballete en técnicas diversas -oleos, tintas chinas, acrílicos, técnicas mixtas, grafitos-, ha mantenido un fundamento en las tradiciones de nuestra tierra, herencia de su padre, don Desiderio Hernández Xochitiotzin.

Además de compaginar el trabajo de caballete y de obra mural con el diseño gráfico, ha emprendido la recopilación e investigación de las tradiciones y costumbres del mundo prehispánico.