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ESTADÍSTICAS VS. PERCEPCIÓN: EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD EN TLAXCALA
Tlaxcala es uno de los estados más seguros y pacíficos del país, de acuerdo con fuentes oficiales.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) -la instancia superior de coordinación y de definición de las políticas públicas en materia de seguridad pública en México-, y del Instituto para la Economía y la Paz (IEP) -el centro de investigación independiente líder en el estudio de la paz y el conflicto en el mundo-, así lo confirman.
Pero entre la población prevalece una percepción de inseguridad que crece, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), y que se explica en función del contacto con noticias de hechos delictivos y acontecimientos violentos, como lo sugiere el Índice de Paz México 2018.
El desafío entre la objetividad y la subjetividad, en torno al fenómeno delictivo en Tlaxcala, se presentan a continuación.
ESTADÍSTICAMENTE, UN ESTADO SEGURO
El SESNSP indica que, en febrero, la incidencia delictiva de Tlaxcala fue la segunda más baja del país.
En este mes, se denunciaron 375 delitos ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), cifra que supera a la Campeche (200 delitos), pero es inferior a la de Nayarit (389), Yucatán (mil 198) y Sonora (mil 424).
Del último Informe de Incidencia Delictiva del Fuero Común que elaboró el Centro Nacional de Información del SESNSP, se desprende que Tlaxcala redujo en 31.3% su incidencia delictiva, en comparación con el mismo mes de 2019.
Ello significa que es la entidad que, en el último año, logró descender más este indicador, que a nivel nacional se ubicó en 6.5%.
Otros estados con disminuciones notables fueron Veracruz (21%), Nuevo León (13.6%) y Morelos (10%).
VIOLENCIA, TENDENCIA NACIONAL
El Índice de Paz México (IPM) analiza la dinámica de la violencia, así como las debilidades y fortalezas de las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas, en el país.
En su edición 2019, el estudio publicado por el IEP, advierte que el año pasado ha sido el peor de los último seis en términos de paz en México, ya que la escalada de violencia ha alcanzado incluso a las zonas más pacíficas del país.
Yucatán, Campeche, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo, se ubicaron como los estados más pacíficos; sin embargo, registraron un incremento en sus tasas de homicidios, lo que concuerda con la tendencia nacional.
De hecho, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo, presentaron un deterioro en sus calificaciones, lo que advierte la necesidad de poner en marcha programas específicamente creados para atender los retos locales.
En el caso de Tlaxcala, se identificó que los homicidios, los delitos con violencia, y los delitos cometidos con armas de fuego, principalmente, deben ser atendidos para mejorar su calificación.
En 2018, el único indicador que mejoró fue Cárcel sin sentencia, ya que el número de personas en el estado privadas de la libertad sin una sentencia condenatoria disminuyó en 10%, y además mostró la menor tasa de crímenes de la delincuencia organizada del país.
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN
La ENSU, publicada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), aborda la sensación de inseguridad en 67 ciudades del país por temor al delito, la expectativa social sobre la tendencia del delito y el desempeño gubernamental contra el delito.
Estos son elementos de percepción ciudadana basados en el conocimiento de conductas delictivas o antisociales, y en la existencia de conflictos y conductas antisociales, con capacidad para generar cambios en las rutinas por temor a ser víctima del delito.
En la capital de Tlaxcala, única ciudad analizada en el estado por el Inegi, 64.2% de las personas encuestadas con 18 años o más consideraron que viven en condiciones de inseguridad en diciembre de 2018. Un año antes, la percepción social sobre inseguridad pública era de 60.0%.
En un contexto en el que estadísticamente se verifican menores condiciones locales de inseguridad, pero también indicios de un aumento de delitos con violencia, como parte de una tendencia nacional, la percepción de falta de seguridad se incrementa en la población.
MEJORAR LA COMUNICACIÓN
Mauricio Meschoulam, integrante del Centro de Investigación para la Paz México, AC. (CIPMEX), expone en el IPM 2018 que la trasmisión de noticias sobre inseguridad y violencia genera angustia y estrés en la población.
En su análisis “Estrés Post-Traumático en México: más allá de las percepciones”, advierte que, cuando la cobertura de los medios de comunicación no aborda los eventos delictivos de forma veraz y oportuna, ni los dimensiona en función de sus causas estructurales o posibles soluciones, la sociedad, psicológicamente, se ve afectada.
Asimismo, establece que la construcción social de las percepciones y emociones causadas por la violencia asociada al crimen, como el miedo, es el resultado de la combinación de elementos (experiencias, conversaciones, rumores, noticias, redes sociales) que muestran que la comunicación de la violencia es un factor que construye la realidad de inseguridad que aqueja a la población.
Por ello, propone que, para avanzar en el desarrollo democrático de la sociedad, no se deje de informar veraz y oportunamente acerca de los eventos delictivos y de violencia, pero que, a la par, se dé igual espacio a los factores subyacentes, a las causas estructurales de tales eventos, y se abra el debate sobre las potenciales soluciones y se propicie a la discusión sobre la necesidad de construir paz de raíz.