DESATANDO AL TIGRE: DE GENUINO EGOCENTRISMO

JOSÉ RAMÍREZ

Se dice que el próximo 24 de septiembre, el actual gobierno estatal, el de la llamada 4T, llevará a cabo un evento para “festejar los avances” de Tlaxcala.

Se dice también que es para conmemorar el trabajo realizado por la gobernadora, quien asegura que “hay mucho que anunciar”.

Se dice que uno de los principales objetivos de presente administración es que “el ejercicio de presupuesto sea austero, honesto, transparente e incluyente”.

Y se dice que las medidas de austeridad del gasto público, para el ejercicio fiscal 2023, están plenamente establecidas en los Lineamientos y Políticas Generales del Ejercicio del Presupuesto

El Artículo 134 de la Constitución federal señala que la propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan los gobiernos debe ser institucional y tener fines informativos, por lo que, en ningún caso debe incluir “nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.

Y la promoción personalizada se actualiza “cuando la propaganda tienda a promocionar al servidor público destacando su imagen, cualidades o calidades personales, logros políticos y económicos, partido de militancia, creencias religiosas, antecedentes familiares o sociales, etcétera, asociando los logros de gobierno con la persona más que con la institución; y el nombre y las imágenes se utilicen en apología del servidor público”.

El “aniversario” del inicio del actual sexenio fue el pasado 31 de agosto, no el 24 de septiembre.

Los informes de gobierno, según la Constitución estatal, se deben rendir por escrito al Congreso local dentro de los primeros cinco días del mes de diciembre de cada año, no en fechas que arbitrariamente elijan los gobernantes en turno.

La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales señala que los informes no serán considerados como propaganda, siempre y cuando se limiten a realizarse una vez al año, y su difusión se lleve a cabo, no sólo en el ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público, sino dentro de un periodo que no debe exceder los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe.

¿Por qué hacer una evidente conmemoración política el 24 de septiembre? ¿Porque habrán pasado las fiestas patrias? ¿Porque se conocerá ya el nombre de la o el Coordinador Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación? ¿Por qué la gobernadora necesita saber que “no está sola”?

Cualquier evento fuera de lo que obliga a la ley es una expresión de culto a la personalidad, de genuino egocentrismo.

Es una expresión de dispendio, de un gobierno costoso.

¿De cuándo acá se debe festejar a las autoridades por cumplir con su trabajo?

Y en el contexto político-social que experimenta el estado, es la manifestación de una lucha de fuerzas con los grupos organizados de la sociedad que no encuentran respuestas a sus demandas de solución a los problemas que les aquejan, como los sindicalizados, los pensionados, los jubilados, los maestros o los activistas.

Es el regreso a la práctica antidemocrática de silenciar el reclamo social con las loas de la burocracia dorada.

Prevalecen las condiciones de polarización, avivada por la provocación que implica la insistencia oficial de una transformación y un bienestar que no es para todos.