Otros Datos Tlaxcala
miércoles, 5 de febrero de 2020, 11:02:31 am
LUIS ROMERO
Para el especialista en Seguridad Pública, Eduardo Guerrero Gutiérrez, Tlaxcala es tal vez el único estado donde algunos académicos, periodistas y grupos religiosos, se han dado a la tarea de investigar a profundidad y visibilizar el fenómeno de la trata de personas.
Refiere que, desde 2003, el Centro Fray Julián Garcés, asociación civil pro derechos humanos, ha promovido una serie de estudios con la colaboración de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, la Universidad Autónoma Metropolitana, El Colegio de Tlaxcala y organizaciones como Sin Fronteras IAP y Unifem.
Desafortunadamente, opina, esta importante labor de investigación ha generado la percepción errónea de que Tlaxcala es una suerte de ‘paraíso’ para los tratantes. Incluso, se ha llegado a afirmar que 80 por ciento de los casos de trata se concentra en Tlaxcala, dato que resulta imposible de constatar, considerando que se trata de un delito con una bajísima tasa de denuncia e investigación.
En este sentido, el Director de Lantia Consultores considera que las estimaciones con las que se cuenta sugieren que hay decenas o cientos de miles de víctimas, incluyendo también la trata con fines distintos a la explotación sexual, pero el número de casos que anualmente son investigados por las procuradurías y fiscalías no llegan al millar y el número total de víctimas atendidas ronda por las dos mil.
Y “aunque no tengamos una idea muy clara sobre la magnitud de este fenómeno, podemos afirmar que está presente en las 32 entidades federativas (entre las entidades donde hay indicios de que existe un problema grave, pero que permanece oculto, destacan Baja California Sur, Guerrero, Jalisco, México, Oaxaca o Veracruz)”.
El articulista del periódico El Financiero y de la revista Nexos afirma que la trata de personas y la explotación sexual no son secreto, pues ocurren de forma más o menos pública y cotidiana en los antros, hoteles y calles de ciudades por todo el país.
Sin embargo, advierte que, para combatirla, es indispensable visibilizar el fenómeno, más allá de campañas abstractas, y para ello sugiere:
1. Documentar dónde y cómo ocurre, como ya se hizo en Tlaxcala.
2. Informar a la población vulnerable sobre los riesgos, y capacitar a personas estratégicas (por ejemplo, a quienes trabajan en actividades de transporte de pasajeros o en bares y hoteles) para que aprendan a reconocer indicios de un caso de trata, y
3. Que las autoridades de cada estado investiguen de forma continua y proactiva.