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HONORINA TIENE RESTAURANTE… Y LA COCINA TLAXCALTECA UN NUEVO ATRACTIVO
La Jornada de Oriente-Tlaxcala puso el tema sobre la mesa.
En su Editorial del 01 de febrero de 2018, planteó que la fonda del Museo Casa de las Artesanías fuera entregada a Honorina Arroyo, la ganadora de la tercera edición de MasterChef México 2017.
“Honorina ganó el concurso de MasterChef y qué mejor reconocimiento puede hacer el Gobierno del Estado que entregarle la fonda de la Casa de las Artesanías, sin que tenga que pagar renta ni cosa que se parezca; su cocina será atractivo turístico”.
“El reconocimiento debe ir más allá de la foto con el secretario de Turismo”, anotó el diario que en la entidad encabeza Raúl Jiménez Guillén, en alusión a un comunicado en el que se difundió un encuentro entre la mujer originaria de Atlangatepec y el funcionario Roberto Núñez Baleón.
Un año más tarde, el proyecto de Honorina Arroyo Gómez de abrir un restaurante en la capital tlaxcalteca se concreta, con el respaldo de las secretarías de Turismo (Secture) y de Desarrollo Económico (Sedeco).
Tras un proceso de adecuación de sus instalaciones, la fonda de Casa de las Artesanías, propiedad del Gobierno del Estado, albergará el restaurante “Honorina, el Gran Sabor de Tlaxcala”, donde se aguardan platillos de la región de Tlaxcala, como el tradicional mole de guajolote de 22 ingredientes.
Este establecimiento ofrecerá más de 30 platillos preparados con las recetas de una mujer sencilla, cuya sazón conquistó el paladar de los jueces del concurso: los chefs Betty Vázquez, Benito Molina y Adrián Herrera, y a dos chefs galardonados con estrellas Michellín: Paco Roncero de España y Paco Méndez de México.
¿Será que en este restaurante se ofrecerá la barbacoa al estilo de Atlangatepec, el mixiote de pescado «La loma del Cerrito», el mole de conejo y las «donas ganadoras» rellenas con café, que le merecieron a doña Hono el primer lugar en el certamen de cocina más importante del país?
En sus inicios, la fonda del Museo de Casa de las Artesanías ofrecía la comida que hoy solo aparece en los concursos de las ferias, y para acompañar la comida no había más que tres bebidas: aguas de sabores, aguamiel, y pulque -describe La Jornada de Oriente-.
Luego, la fonda fue cerrada y al ser reabierta durante el sexenio anterior, su comida dejó mucho que desear, al carecer de los sabores de Tlaxcala, y de la experiencia con el arte y la artesanía -añade el Editorial-.
Ahora, la gastronomía tlaxcalteca tiene un activo importante en el prestigio de Honorina Arroyo, exponente de la cocina tradicional, en un sitio que, con la promoción adecuada, puede constituirse como un atractivo turístico de tradición.