LUIS ROMERO

La solidaridad entre mujeres se manifiesta de manera más poderosa cuando se trabaja en favor del bienestar colectivo.

En un momento histórico para nuestro país, con una mujer al frente de la Presidencia y la llegada de 13 gobernadoras, se abre una puerta hacia un futuro donde las políticas de género son prioritarias.

En Tlaxcala, la gobernadora Lorena Cuéllar ha liderado un cambio significativo en los últimos tres años, dedicando un presupuesto sin precedentes para combatir la desigualdad social y empoderar a las mujeres.

Actualmente, más de seis de cada diez programas gubernamentales están dirigidos a ellas, reflejando un compromiso claro con la equidad.

Iniciativas como la asignación de más del 65% de los créditos a mujeres emprendedoras y el respaldo a proyectos agropecuarios son pasos concretos hacia la autonomía económica.

Además, programas como Jefas de Familia brindan un apoyo esencial a las madres solteras que buscan iniciar un negocio.

El impacto de estas políticas es palpable.

Equipamiento para la vivienda, subsidios para alimentos y un mayor acceso a servicios de salud han mejorado la calidad de vida de muchas mujeres en situación vulnerable.

Por ejemplo, se han creado espacios de lactancia en oficinas públicas y se han incrementado las pruebas de detección temprana de cáncer, evidenciando un enfoque integral en la salud de las mujeres.

Asimismo, la lucha contra la violencia de género ha ganado terreno.

Con el establecimiento de refugios y módulos de atención para víctimas, se está creando un entorno más seguro.

La coordinación entre dependencias estatales ha facilitado el acceso a la justicia, vital para las mujeres que enfrentan situaciones de violencia.

Es fundamental reconocer que, aunque hay mucho camino por recorrer, los cambios son evidentes.

La llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia promete fortalecer estas políticas, lo que podría generar un impacto aún mayor en la dignificación de los hogares y el bienestar familiar.

Este es un llamado a la ciudadanía para involucrarse y apoyar estas iniciativas. La transformación hacia una sociedad más equitativa también depende del compromiso colectivo. El futuro es prometedor, porque hay condiciones para que todas y todos podemos construir un Tlaxcala donde todas las mujeres tengan las oportunidades que merecen.

LUIS ROMERO

En el corazón de Tlaxcala, la emoción está en el aire. Por segunda vez en tres años, el Centro Histórico de esta emblemática ciudad se prepara para recibir la Final de la Copa del Mundo de Tiro con Arco, un evento que no solo destaca la destreza de los mejores arqueros del mundo, sino que también sitúa a México en el mapa internacional de este deporte.

La historia de Tlaxcala, la tierra de Xicohténcatl, se entrelaza con la tradición del tiro con arco, y ahora se convierte en un escenario crucial para el cierre de la temporada 2024.

Este evento, que se llevará a cabo el 19 y 20 de octubre, será la quinta vez que México hospeda esta competencia y la tercera de forma consecutiva, un hecho sin precedentes en el ámbito internacional.

A diferencia de otras ciudades, Tlaxcala se suma a Lausana, Suiza, que han repetido como anfitriones, pues han tenido la oportunidad de ser sede en solo un par de ocasiones.

Este reconocimiento habla de la confianza que la Federación Internacional de Tiro con Arco ha depositado en el estado como un destino ideal para eventos de esta magnitud.

La infraestructura y la seguridad de Tlaxcala, así como su ubicación estratégica en el centro del país, son aspectos que han jugado un papel fundamental en esta elección.

Mientras la ciudad de Tlaxcala se llena de preparativos, se puede sentir el entusiasmo colectivo de una población que ya está familiarizada con la adrenalina y el espectáculo que ofrece el tiro con arco.

La representación mexicana en este torneo es digna de mención.

Seis arqueros sobresalientes, entre ellos Alejandra Valencia y Dafne Quintero, que ya han dejado huella en competencias previas, estarán compitiendo por la gloria.

Con un historial que suma 10 medallas en cierres de temporada, la esperanza de nuevas victorias se cierne sobre los corazones de los aficionados.

Y a medida que los días se acercan al evento, la actividad económica en Tlaxcala se intensifica.

Hoteles, restaurantes y comercios están experimentando un incremento en su afluencia, reflejando cómo un evento deportivo puede convertirse en un motor de desarrollo para la colectividad.

La riqueza cultural e histórica del estado se pone en vitrina, convirtiendo a Tlaxcala en un destino que invita a ser descubierto.

Todo parece indicar que esta Final de la Copa del Mundo de Tiro con Arco será un éxito resonante.

Con beneficios que van más allá de la disciplina misma, este evento se erige como una estrategia brillante para promover el turismo y fortalecer la identidad de Tlaxcala en el escenario internacional.

Al mirar hacia el futuro, es vital que sigamos apoyando y celebrando estos esfuerzos, recordando que el deporte no solo une a las personas, sino que también transforma realidades.

El próximo 16 de octubre se conmemorará el 150 Aniversario de la anexión de Calpulalpan al territorio tlaxcalteca, un momento histórico que marcó la identidad de la región.

Este decreto presidencial, emitido por Valentín Gómez Farías en 1874, no solo es un recordatorio del pasado, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el presente y el futuro de Calpulalpan.

En un contexto donde la ciudad desempeña un papel estratégico en el desarrollo estatal, es vital reconocer su potencial.

Su economía se sustenta en actividades primarias, como agricultura y ganadería, y en terciarias, como el comercio y el turismo, pero su ubicación geográfica, colindando con tres estados (Estado de México, Puebla e Hidalgo), también le confiere una ventaja única, con oportunidades para la actividad industrial.

La llamada Puerta Grande de Tlaxcala, en el poniente tlaxcalteca, merece atención y proyectos que exploten sus capacidades.

Y uno de estos proyectos es el Libramiento de Calpulalpan.

Ciertamente ha sido objeto de críticas por parte de algunos sectores que, desde una perspectiva limitada, no ven sus beneficios.

Sin embargo, es esencial analizar cómo esta obra mejorará la infraestructura carretera, optimizando la conectividad con otras regiones del país y facilitando el transporte de mercancías.

Al reflexionar sobre la reducción del congestionamiento vehicular en la zona urbana, también debemos considerar el impacto positivo en la calidad de vida de los habitantes, que se verán menos afectados por el paso de vehículos pesados.

Asimismo, la construcción del Libramiento generará empleo y dinamizará la economía local, contribuyendo a una mayor competitividad para Tlaxcala en su conjunto.

En este contexto, es importante reconocer que, más allá de los rumores y desinformaciones, el Libramiento representa una inversión en el futuro de Calpulalpan.

La conmemoración de un aniversario tan significativo como la anexión de Calpulalpan nos invita a mirar hacia adelante y a considerar las grandes oportunidades que se presentan para esta región.

La historia y el progreso van de la mano, y por ello es importante pensar sobre cómo una obra como el Libramiento puede contribuir al desarrollo estatal que beneficia a todos.