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lunes, 25 de febrero de 2019, 19:02:38 pm

La reciente revisión financiera en torno a los convenios signados entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y la Universidad Politécnica de Tlaxcala (UPTx), que efectuó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), advierte una serie de desvíos operados bajos el modelo de la “Estafa Maestra”, durante el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto.
Este esquema de desaparición de recursos públicos consiste básicamente en la realización de convenios en los que dependencias gubernamentales contratan servicios con instituciones de educación superior que, en los hechos, no tiene capacidad para brindarlos, por lo que subcontratan su prestación a empresas irregulares o fantasma.
Al amparo de la Ley de Adquisiciones federal que favorece la adquisición de servicios entre entes de gobierno federal sin licitación, tales empresas evaden un concurso abierto en el que los proveedores compiten para ofrecer a las dependencias las mejores condiciones en precio calidad.

EL ANTECEDENTE
En 2017, la UPTx incurrió en irregularidades por 178.6 millones de pesos (mdp), derivado del incumplimiento de un Convenio General de Colaboración y tres Convenios de Colaboración Específicos, con la SEDATU, encabezada por Rosario Robles Berlanga.
Durante la gestión de Narciso Xicohténcatl Rojas, la institución subcontrató con empresas fantasma la prestación de servicios en materia de ordenamiento territorial, desarrollo regional, urbano y metropolitano, propiedad rural y desarrollo agrario, por un importe de 173.2 mdp, es decir, 96.9% del total pagado, cuando lo máximo permitido en 49%.
La UPTx no contaba con la capacidad técnica, material y humana para llevar a cabo los compromisos pactados con la SEDATU, por lo que recurrió a las firmas Thrad Consulting, Multiservicios Zodiaco de México, Servicios Profesionales Orea y Asociados, Donetsk, y Soluciones Comerciales Islas.

LA CULPA ES DE SEDATU: XICOHTÉNCATL
De acuerdo con el ex rector, la contratación de tales empresas fue propuesta y determinada por la propia SEDATU, por lo que la UPTx no intervino en el procedimiento ni realizó documento alguno que amparara la contratación de servicios, lo que en consecuencia demostró que la institución no participó tampoco en la realización de los trabajos que la dependencia le solicitó, según los convenios firmados.
De hecho, manifestó que fue la Secretaría la que proporcionó a la Universidad los entregables -trabajos, análisis e investigaciones- generados por las empresas contratadas, y la que se encargó de llevar a cabo las actas de entrega-recepción, incluso, acercarle para firma el documento final, por lo que no tuvo contacto con las empresas que, en su mayoría, no fueron encontradas en sus domicilios fiscales.
“El área encargada de realizar los pagos es el área administrativa, las facturas las enviaba SEDATU vía electrónica, se revisaba que cumpliera con los requisitos fiscales y se procedía al pago”, declaró Narciso Xicohténcatl el 17 de diciembre de 2018, en una entrevista con personal de la ASF.
Al momento, la Universidad, a cargo de Enrique Padilla Sánchez, no ha recibido notificación alguna respecto a la auditoria.